jueves, 25 de agosto de 2011

LA TUNDA




Es un personaje de la mitología, pero q en esmeraldas por lo menos en mis tiempos de muchachos, si existió y se les apareció  a muchas personas. De las cuales  a algunas hasta entundo, y se las llevo pal monte. Allá los alimentaba con camarones asados en su trasero. Tiene la pata izquierda en forma de molinillo de batir chocolate, y la derecha de un bebe recién nacido.
Cuando la tunda  la tunda se lleva a un muchacho, para quitársela hay que ponerse en buena ¿Cómo?! Los padrinos del muchacho tienen que encabezar la búsqueda acompañados de los padres, parientes, y amigos del entundado, equipados con bombos, cununos, guasa, machetes, escopetas, perros de casa. Se va entonando cantos a los humano para que la tunda aparezca  a participar de la fiesta, y cantos a lo divino para poder desentundar al muchacho.
Ha habido casos de entundados que no han aparecido sino ha hasta viejos, ya con barba ya pronunciada y hasta canosa; como es lógico, no conocen a nadie ni a nada, porque toda la vida se la han pasado  viviendo en el espeso monte con la tunda.
A mi tocó verla. Fue como a distancia DE UNOS 20 MT,  yo andaba con un compañero como a las cinco de la tarde, por detrás de la casa de una señora llamada atalvina que vivía cerca de Borbón. La tunda es una mujer que se aparece  idéntica a la persona que ella quiere. A mi se me presento parecida a la señora atalvina, aunque no la vi de frente, pero llevaba su mismo vestido.
Resulta que la señora atalvina, a quien yo   llamaba madrina, me dice:
Remberto, anda a túmbame unas guabillas que están de cosecha  y se están dañando porque hay abundancia.
Yo me fui para atrás de la casa al palo de aguavilla con Pedrito, un entenado de ella, y nos pusimos a cosechar; cuando  de pronto, con el rabo de ojo, vi una mujer, que por la forma por la que estaba vestida, me pareció que era doña atalvina, lo que me despreocupo. Pero la verdad  es que la vi bastante cerca de Pedrito. En ese instante el muchacho viene y me dice:
Remberto, ráscame la espalda, que ciento una comezones.
Cuando yo le alce la camisa, hasta me asuste. Tenía la espalda ronchosa………..,
Ronchosa y colorada, como un camarón asado. Enseguida lo lleve a la casa, el adelante y yo cubriéndole las espaldas. Y pego el grito:
¡Madrina venga a verlo a Pedrito…, como es que tiene la espalda!
Ella vino enseguida y a penas lo vio y dijo:
Ay, Pedrito, a tu te ha ojeado la tunda, y su intención era llevarte con ella, por eso tu cuerpo ya se esta poniendo como los camarones que ella asa en su trasero.
En esos momentos me entro curiosidad, y pregunte:
Madrina ¿usted estaba por acá por el palo de guabilla? Y ella me respondió
Remberto ¿tu estas loco? ¿ vo no viste que yo baje a lava la ropa a la orilla….,
Y que subí a gritos de allá, en el instante:
 Entonces por aquí anda, y va a intenta de nuevo llévaselo a Pedrito, asi  que la vamo a ahuyenta.
Hizo un sahumerio con estopa, que le puso palo santo y romero.  En ese sahumerio calentaba los bajadores y con esos trapos los pringaba a  Pedrito, hasta que fueron desapareciendo las ronchas. Le rezo algunas oraciones y rego agua por toda la casa.

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